UN HOMENAJE A LAS QUE SOSTIENEN EL MUNDO CON SUS MANOS ARRUGADAS Y SU MEMORIA ENCENDIDA
En cada barrio, en cada cocina, en cada sobremesa que se alarga con historias y mates tibios, hay una abuela que teje el tiempo con paciencia y humor. Hoy, 9 de noviembre, celebramos el Día de la Abuela: una fecha que no aparece en todos los calendarios, pero que vive en cada gesto cotidiano que nos recuerda de dónde venimos y hacia dónde queremos ir.
Éste día es también una invitación a mirar con otros ojos: a reconocer en cada abuela una guardiana de la historia, una artista del vínculo, una militante del amor sin condiciones. Porque ser abuela no es solo tener nietos, es habitar el tiempo con generosidad, es sembrar futuro en cada abrazo.
Si tenés una abuela cerca, regalale tiempo. Si la tenés lejos, llamala. Si ya no está, nombrala. Y si sos abuela, gracias por todo lo que hacés sin que nadie te lo pida.
SÍ TENÉS UNA ABUELA CERCA, REGALALE TIEMPO. SÍ LA TENÉS LEJOS, LLAMALA. SÍ YA NO ESTÁ, NOMBRALA. Y SÍ SOS ABUELA, GRACIAS POR TODO LO QUE HACÉS SIN QUE NADIE TE LO PIDA









