Este mediodía, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, llegó a la localidad bonaerense de 9 de Julio para coordinar acciones de asistencia en el marco de la emergencia hídrica que afecta a la región.
La agenda oficial contempla dos instancias clave: a las 13 horas, Bullrich se reunió con intendentes en la sede municipal, y luego, a las 15, encabezará un encuentro con productores rurales en la Sociedad Rural local. Ambas actividades buscan articular respuestas concretas frente a las consecuencias de las lluvias y el anegamiento de caminos.
La visita se inscribe en el operativo nacional de acompañamiento a las comunidades damnificadas, en un contexto donde el reclamo por obras estructurales se vuelve cada vez más urgente.
BRAGADO: EL RECLAMO QUE EMERGE ENTRE EL AGUA
Mientras tanto, en Bragado, la situación se agrava. Desde marzo, las inundaciones han dejado campos aislados, caminos destruidos y una creciente preocupación entre los productores. Paulina Bordeu, referente agropecuaria, denunció la falta de obras durante los años de sequía, y cuestionó el uso de los fondos recaudados por tasas viales.
La acumulación de agua estancada no solo impide la circulación, sino que pone en riesgo la salud animal y humana. “Esta semana empezaron a morirse algunos animales”, relató Bordeu en diálogo con Radio Rivadavia, alertando sobre el impacto sanitario del exceso hídrico.
El problema, explicó, tiene raíces estructurales: el agua que llega desde 9 de Julio no puede seguir su curso hacia Mechita por el bloqueo del terraplén ferroviario y la retención de una laguna cercana. “Bragado se convierte en una olla que recibe agua y no la puede drenar”, resumió.
El reclamo incluye una carta documento enviada al municipio y la evaluación de medidas de presión como la rebelión fiscal. “No es egoísmo, es defensa del trabajo y del futuro productivo del país”, concluyó Bordeu, visibilizando el drama cotidiano de quienes deben recorrer hasta 50 kilómetros por caminos intransitables para sostener sus actividades.









