En Argentina, el cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica en mujeres. Sin embargo, detectado a tiempo, tiene un altísimo porcentaje de curación. Por eso, reconocer las señales que el cuerpo envía —incluso hasta un año antes del diagnóstico— puede marcar la diferencia.
Muchas veces, esos signos tempranos pasan desapercibidos o se confunden con cambios hormonales. Pero prestar atención y consultar a tiempo puede salvar vidas.
ÉSTOS SON LOS 4 SIGNOS QUE NO DEBEMOS IGNORAR:
1. Cambio en la forma o tamaño de un seno.
Si notás que uno se ve diferente, más caído o con una forma inusual, revisalo.
2. Piel con hoyitos o enrojecida
Ese aspecto de “piel de naranja” no es normal y requiere atención médica.
3. Pezón hundido o con secreciones
Si antes apuntaba hacia afuera y ahora está retraído, o si hay secreciones (especialmente con sangre), consultá con tu médica o médico.
4. Bulto o ganglio en la axila.
En algunos casos, el cáncer se detecta primero en esa zona. No lo dejes pasar.
Autoexplorarse salva vidas: hacé un autoexamen mamario una vez al mes, preferentemente unos días después del ciclo menstrual. Y si tenés más de 40 años, las guías internacionales recomiendan realizar una mamografía cada uno o dos años.
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Este contenido es informativo y no reemplaza la consulta médica. Si notás algún cambio, acudí a tu mastóloga o ginecólogo/a de confianza.









