Un comerciante de Nonogasta denunció que un proveedor lo estafó con cheques sin fondos y la entrega de una camioneta como parte de pago, tras una relación comercial de venta de pollos.
Según la presentación, el damnificado entregó el vehículo para cancelar una deuda y recibió dos cheques de pago diferido por $2.500.000 cada uno; la firma receptora los depositó y, a los cuarenta días, el banco los rechazó por falta de fondos.
El juez Jorge Jalil tomó intervención y la causa se caratuló como “estafa” (art. 172 del Código Penal). El denunciante adjuntó copias de cheques, registros de conversaciones y fotografías del rodado.
La investigación busca establecer montos reales, trazas de pagos y el destino del vehículo, que el proveedor afirmó haber vendido. Actuaciones policiales y judiciales reunen elementos para definir responsabilidades y eventuales medidas de recuperación.