La muerte a tiros este lunes de cuatro niños que eran hermanos en Guayaquil ha generado conmoción en Ecuador y el repudio de ciudadanos y autoridades.
La Policía Nacional informó que un grupo de personas armadas arremetió a disparos contra la vivienda donde se encontraban los niños, que murieron por impactos de bala. Sus padres resultaron heridos y se encuentran en un centro hospitalario. La Policía confirmó que ninguno de los dos tenía antecedentes penales.
«Un domicilio donde habitaba una misma familia fue violentado por parte de un grupo delictivo conformado por varias personas. Producto de esa balacera que se dio en ese domicilio, lamentablemente fallecieron cuatro menores, que tienen edad que oscila entre los 5 meses, 3 años, 5 años y 7 años. La madre se encuentra con pronóstico reservado en el hospital», precisó este martes en rueda de prensa.
Un agujero de bala en una casa donde cuatro niños fueron asesinados en Guayaquil, Ecuador.
Un dato que generó aún más indignación social es que, según el general Herrera, el ataque no iba dirigido a la vivienda donde murieron los niños.
La Presidencia de Ecuador reaccionó sobre este crimen y reiteró que no negociará con «asesinos» ni «narcoterroristas». Este hecho «demuestra la crueldad a la que son capaces de llegar estos asesinos inhumanos. Este hecho es un golpe profundo y doloroso para nuestras familias y para el país. Por lo que no descansaremos hasta que los culpables paguen por estos hechos”, señaló el comunicado publicado en la cuenta oficial del Gobierno en X, antes Twitter.










