Este 5 de noviembre, en el Día del Payaso, celebramos no solo el oficio, sino el don de quienes hacen del humor un puente afectivo, un ritual de cuidado y una forma de resistencia. En diálogo con Radio Libertad, en el Programa Nueva Época, Diego Godoy —más conocido como Piñón Flojo— compartió su mirada sobre el arte de hacer reír, el rol del payamédico y los desafíos de sostener la alegría en tiempos inciertos.
“Ser payaso es un Don. Tener el Don de hacer reír a la gente. Y ser muy observador”, afirma Godoy, con la sensibilidad de quien reconoce que detrás de cada gesto cómico hay una lectura profunda del entorno.
Desde su experiencia como payamédico, destaca el valor de intervenir en espacios de alta tensión emocional:
“De las mejores cosas que encontré. En donde está el clima más alto, es donde el payamédico se tiene que ir. Por tema protocolo”.
La pandemia, como a tantos trabajadores del arte y la salud emocional, le cortó el ritmo de los eventos y las juntadas. “Y más acá en La Rioja, que cuando se quiere armar una juntada, termina pasando algo”, dice entre risas, reconociendo con ironía los vaivenes de la organización comunitaria.
Su caracterización, aprobada por Piñón Fijo por derechos de autor, nos invita a pensar el humor como herramienta ética, como gesto que acompaña, observa y transforma. En este Día del Payaso, celebramos a quienes hacen del disfraz una forma de presencia, del chiste una forma de cuidado, y del escenario una trinchera afectiva.
LEE LA NOTA COMPLETA AQUÍ:









