Hoy, 9 de noviembre, Argentina celebra el Día Nacional de la Animación en homenaje al estreno de El Apóstol (1917), obra de Quirino Cristiani, considerado el primer largometraje animado del mundo. Sí, del mundo. Antes que Disney, antes que Pixar, hubo un argentino que dibujó la política con humor y técnica artesanal, cuadro por cuadro.
El Apóstol fue una sátira política que retrataba al presidente Hipólito Yrigoyen ascendiendo al Olimpo para limpiar Buenos Aires. Más de 58 mil dibujos en papel, sin sonido, pero con una potencia visual que marcó un antes y un después. Lamentablemente, la película se perdió en un incendio, pero su legado sigue latiendo en cada trazo que se anima desde lo local.
¿SABÍAS QUE ARGENTINA TIENE MÁS DE 100 AÑOS DE HISTORIA ANIMADA?
Desde Manuelita hasta Boogie el Aceitoso, pasando por cortos comunitarios, videoclips y campañas institucionales, la animación argentina sigue reinventándose, con estética propia y mirada crítica.
Hoy, más que nunca, animar es resistir.
Es contar lo que no se ve, lo que se sueña, lo que se transforma. Es darle cuerpo al deseo, al humor y a la memoria.









