Roma se prepara para recibir una de las manifestaciones de fe más significativas del mundo hispanoamericano: la imagen del Señor de los Milagros recorrerá por primera vez las calles de la ciudad en una gran procesión internacional, que será transmitida en vivo y culminará con la bendición del Papa León XIV en la Plaza de San Pedro.
La celebración se llevará a cabo los días 18 y 19 de octubre, en el marco del Jubileo de la Esperanza 2025. Participarán más de 40 hermandades provenientes de América, Europa y Asia, en un recorrido que partirá desde las Termas de Caracalla hasta el corazón del Vaticano. Para miles de fieles, especialmente peruanos residentes en el exterior, este evento representa mucho más que una tradición religiosa: es el reconocimiento universal de una devoción que nació en Lima hace más de tres siglos y que hoy abraza al mundo entero.
Durante la presentación oficial en la Sala Marconi del Dicasterio para la Comunicación, autoridades vaticanas, diplomáticos y representantes de la comunidad peruana destacaron el carácter integrador de esta expresión de fe. “No se puede entender el Perú sin entender qué es el Señor de los Milagros”, afirmó el doctor Alessandro Gisotti, moderador del encuentro.
La misa final será presidida por el cardenal Pedro Barreto, quien recordó que esta devoción nació del gesto de un esclavo africano que pintó la imagen de Cristo crucificado en una pared de adobe. Esa imagen resistió terremotos y persecuciones, convirtiéndose en símbolo de esperanza para generaciones enteras. “El Señor de los Milagros no pertenece solo al Perú. Es un mensaje para toda la Iglesia”, expresó Barreto.
El evento también tiene un fuerte componente emocional: el Papa León XIV, quien bendecirá la imagen, participó en procesiones del Cristo Morado durante su servicio pastoral en Chiclayo, Perú. Su presencia en esta celebración marca un reencuentro simbólico con una devoción que lo acompañó desde sus primeros años como sacerdote.
La procesión no solo será una muestra de fe, sino también de identidad, migración y comunión. Donde hay peruanos, hay una imagen del Señor. Y este octubre, Roma se tiñe de morado para recibirla.
