Las fuerzas rusas lanzaron nuevas embestidas contra ciudades ucranianas como la capital, donde al menos dos personas murieron, y Odessa, en el sur del país. Las fuerzas de la nación invadida también lanzaron un ataque en la región rusa de Kursk, lo que también dejó dos muertos.
Kiev, la capital, volvió a ser blanco de la furia de las tropas invasoras. El Ejército de Vladimir Putin lanzó un nuevo ataque con misiles y drones que dejó al menos dos muertos y 22 heridos, declaró Tymur Tkachenko, jefe de la administración regional de Kiev.
Varios de los lugares impactados en la urbe prendieron en llamas, describieron las autoridades locales.
Este asalto se produjo después de que el jueves Moscú perpetrara el que es considerado el mayor ataque con aeronaves no tripuladas hasta la fecha.
La madrugada de este viernes estuvo marcada por el escalofriante zumbido de los drones que se acercaban y se estrellaron contra zonas residenciales y lanzaron bolas de llamas anaranjadas en la oscuridad durante el ataque de diez horas. Rusia disparó 397 drones Shahed y señuelo, así como misiles de crucero y balísticos contra Kiev y otras cinco regiones, según informaron las autoridades.
Fue otra tensa jornada e insomne para los residentes de Kiev, muchos de los cuales corrieron en la oscuridad con niños, mascotas y mantas para proteger las estaciones de metro.
“Esta es una clara escalada del terrorismo ruso: cientos de drones Shahed cada noche, constantes ataques con misiles, ataques masivos contra ciudades ucranianas”, declaró el presidente Volodímir Zelenski en una publicación de Telegram.
Pero una vez más la capital no fue el único objetivo del Kremlin. En Odessa, en el sur de Ucrania, las autoridades informaron que un ataque ruso con drones dejó al menos 11 personas heridas tras impactar en zonas residenciales y en un establo de caballos.
También resultaron dañados edificios administrativos, vehículos e infraestructura civil.
