Registra 5.5/6 en el torneo Leyendas y Prodigios de Madrid. Tiene 11 años. El pibe dorado. Orgullo, felicidad y admiración. Chapeau!
Ajedrez: Faustino Oro sigue sorprendiendo al mundo y quedó a dos triunfos de su primera norma de Gran Maestro
Venció en Madrid al español Diego Macías Pino y es uno de los líderes del torneo Leyendas y Prodigios
Si un torneo de ajedrez lleva por nombre “Leyendas y Prodigios” no podía darse el lujo de no tener entre sus competidores al argentino Faustino Oro, la mayor promesa del mundo de los tableros. La competencia se disputa en Madrid, España, y además del argentino de apenas 11 años también la disputan otros compatriotas como Lian Schnaider (14) y el Gran Maestro Alan Pichot (27).
Este último es un sobresaliente gran maestro argentino, con nivel suficiente como para ser el número uno nacional pero, dado que reside y representa a España, aparece menos en las noticias sobre nuestros ajedrecistas. Entre los demás jugadores del elenco de torneo, destaca el peruano Julio Granda, que llevaba varios años sin competir. La parte de “Leyendas” del torneo madrileño debe ser por él, que durante muchos años fue el mejor jugador de Latinoamérica.
Lo más llamativo para un experto como Granda es la naturalidad con la que la comunidad ajedrecística asume el hecho de que un chico de once años como Faustino Oro sea el protagonista casi excluyente de cada torneo que juega. Aunque el joven viene jugando al nivel de un gran maestro en los últimos torneos, lo cierto es que la primera norma, de las tres necesarias para conseguir el título, se le viene resistiendo.
Varias veces quedó a medio punto de la bendita norma. En este torneo, para lograrla, tiene que sumar, al menos, seis puntos sobre un total de nueve posibles. Pues bien, pasadas las primeras cuatro rondas, Faustino lleva cuatro puntos. Es decir que lidera el torneo, habiendo ganado todas las partidas hasta ahora.
Con hacer dos puntos en las cinco partidas restantes, habrá conseguido la norma de gran maestro. Está muy bien encaminado, y jugando un ajedrez tremendo, como se pudo apreciar en su partida de la cuarta ronda donde demolió a su rival español (Diego Macías Pino) con un ataque devastador.









