El cuidado del medio ambiente en áreas protegidas se centra en minimizar el impacto humano, lo que incluye no generar basura ni contaminar, respetar la flora y fauna, seguir las reglas de acceso y permanencia, y evitar actividades perjudiciales como la caza o la recolección de especies, dijo el subsecretario de Servicios Operativos, Alfredo Salinas a Nueva Época
Además, es fundamental apoyar iniciativas de conservación, consumir productos sostenibles de las áreas y educar sobre la importancia de estos ecosistemas.
No dejar rastro: Llévate toda tu basura y deséchala adecuadamente fuera del área protegida. Evita hacer fogatas o quemar residuos.
Respetar la vida silvestre: Mantén una distancia prudente de los animales, no los alimentes y no molestes ni dañes plantas o árboles.
Seguir las normas: Respeta los senderos marcados y las reglas específicas del área, como los lugares designados para acampar.
Usar el equipo correcto: Utiliza calzado de suela blanda para evitar dañar el suelo.
No extraer recursos: No recojas rocas, plantas o cualquier otro elemento natural del área.
Acciones de apoyo y concienciación
Denunciar actividades ilegales: Informa a las autoridades ambientales sobre actividades ilícitas como el tráfico de especies, la minería ilegal o la deforestación.
Difundir el conocimiento: Usa tus redes sociales y tu círculo cercano para compartir información sobre la importancia de estas áreas, las especies que albergan y las amenazas que enfrentan.
Apoyar a organizaciones conservacionistas: Colabora con organizaciones dedicadas a la protección del medio ambiente y la biodiversidad.
Conservación de la biodiversidad: Son esenciales para proteger plantas y animales, especialmente especies en peligro de extinción.










