Rusia lanzó ayer domingo 15 de septiembre varios ataques contra Ucrania. El último de la jornada fue una ofensiva con drones durante la noche en Kiev, según funcionarios militares ucranianos. Previamente, otro bombardeo ruso contra una torre residencial en Járkiv, en el noreste, dejó al menos un muerto y 42 heridos, al que se sumó un ataque en la estratégica ciudad de Pokrovsk, que causó un fallecimiento.
Rusia lanzó un ataque con drones durante la noche del domingo 15 de septiembre en Kiev, que unidades de defensa aérea se dedicaron a repeler, informaron funcionarios militares ucranianos en la aplicación de mensajería Telegram.
Testigos dijeron a Reuters que se sintieron una serie de fuertes explosiones que parecieron ser sistemas de defensa aérea en funcionamiento.
Previamente. en otro ataque, al menos una persona murió y 42 resultaron heridas, incluidos tres niños, por el impacto en un edificio residencial de una bomba lanzada por Rusia en la ciudad nororiental de Járkiv, según las autoridades.
El gobernador de la región de Járkiv, Oleh Synehoubov, detalló en un mensaje de Telegram que las operaciones de rescate continuaban y que puede haber residentes atrapados bajo los escombros.
El cuerpo de una mujer de 94 años fue encontrado en el noveno piso del edificio bombardeado.
El alcalde de Járkiv, Ihor Terekhov, dijo que el incendio provocado por la bomba ya fue controlado y confirmó que hay 42 heridos, entre ellos tres niños.
Las autoridades ucranianas han publicado fotografías que muestran humo y llamas saliendo de las ventanas de un edificio de varios pisos.
«El mundo debe ayudar a defender a Ucrania contra los aviones militares rusos, contra las decenas de bombas controladas a distancia que matan a los ucranianos cada día. Es posible poner fin a este terror», afirmó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
El jefe de Estado ucraniano pidió decisiones rápidas a Occidente sobre ataques de largo alcance «para destruir la aviación militar rusa donde tiene su base». «Estas son decisiones obvias y lógicas», indicó.
«Cada ataque ruso de esta naturaleza, cada acto de terrorismo ruso, como hoy en Járkiv, demuestra que debe haber una capacidad de largo alcance y debe ser suficiente», insistió.
Rusia no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, pero negó haber atacado intencionalmente a civiles, a pesar de que miles de personas han muerto a causa de estos ataques desde la invasión a Ucrania en 2022.
Expertos militares ucranianos trabajan en el lugar de un edificio residencial dañado tras un bombardeo en Járkiv, noreste de Ucrania, el 15 de septiembre de 2024, en medio de la invasión rusa.
Járkiv, una de las ciudades más grandes de Ucrania y un centro industrial clave, está ubicada cerca de la frontera rusa y es blanco regular de bombas, misiles y drones.
Ucrania quiere que se le permita utilizar armas más poderosas suministradas por Occidente para infligir mayores daños dentro de Rusia y así reducir la capacidad de ataque de Moscú.
Mientras, el este de Ucrania sigue amenazado por el avance de las tropas rusas, que también bombardearon el domingo la estratégica ciudad de Pokrovsk, matando a una persona.
Más numeroso y con más armas, el Ejército ruso se encuentra ahora a menos de diez kilómetros de Pokrovsk, según los observadores militares. El sábado, el jefe de la inteligencia militar ucraniana estimó que «el mayor problema» para Kiev sigue siendo Corea del Norte y sus suministros masivos de artillería a Moscú.
«A las 9:15 del domingo, un edificio cerca de una gasolinera fue alcanzado por un ataque de artillería enemiga», informó el municipio de Pokrovsk en Telegram.
Otro atentado con bomba, alrededor de las 11 de la mañana, alcanzó el oeste de la ciudad y mató a una persona, según la misma fuente.
La gente lleva a sus hijos mientras los residentes locales huyen en un tren de evacuación de los avances de las tropas rusas en Pokrovsk, Ucrania, en medio del ataque, el 22 de agosto de 2024.13:03
El suministro de agua corriente y gas fue cortado allí debido a los combates, anunciaron el jueves las autoridades locales. Los ataques rusos también privaron de electricidad a gran parte de la ciudad, sostuvo el jueves el ayuntamiento.
Esta semana, las autoridades locales y los medios ucranianos también informaron que ataques rusos dañaron dos puentes en Pokrovsk.
Ante la llegada de las tropas del Kremlin, las autoridades han evacuado a miles de residentes desde mediados de agosto y piden a los que permanecen allí que se vayan.
A principios de septiembre, el jefe de la administración de la región de Donetsk, Vadim Filachkine, afirmó que 26.000 personas, entre ellas más de un millar de niños, seguían en Pokrovsk, que contaba con unos 50.000 habitantes antes de la invasión rusa de febrero de 2022.
Otras ciudades del este de Ucrania, como Bakhmut o Mariúpol, fueron conquistadas por Moscú tras ser bombardeadas masivamente y transformadas en campos de ruinas.
El jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Boudanov, cree que “el problema más grande” para Kiev sigue siendo Corea del Norte y sus entregas masivas de proyectiles de artillería a Rusia.
«De todos los aliados de Rusia, nuestro mayor problema es Corea del Norte, porque con el volumen de productos militares que suministran, realmente afectan la intensidad de los combates», indicó en una conferencia de Estrategia Europea en Kiev.
Las autoridades norcoreanas «proporcionan enormes volúmenes de munición de artillería (…) esto es fundamental para nosotros», declaró el influyente general Boudanov. “Lamentablemente (…) no podemos hacer nada al respecto en este momento”, admitió.
