La noche del miércoles, una vecino de nuestra ciudad, Franco Juárezz vivió una situación límite que podría haber terminado en tragedia. A las 21 horas, mientras regresaba a su casa en moto por Av. Ortiz de Ocampo, al girar hacia el barrio Los Alerces —frente al predio de Estudiantes— se encontró con dos cuadras completamente a oscuras. En medio de esa penumbra, un cable colgante cruzaba la calle a la altura del cuello.
El cable se enganchó debajo de su casco, provocándole quemaduras en el cuello, raspones en la rodilla y un traumatismo en la mano izquierda. La caída fue inevitable. El susto, inmenso. Y la reflexión, urgente: “Hoy podría no estar contándola. Gracias a Dios estoy bien”, expresó en sus redes, junto al pedido de difusión para evitar que otra persona pase por lo mismo.













