Éste 6 de octubre, en Radio Libertad celebramos el nacimiento de uno de los espíritus más visionarios de la historia de las comunicaciones: Reginald Aubrey Fessenden, inventor canadiense que, mucho antes de que la radio se convirtiera en el corazón sonoro de nuestras comunidades, ya soñaba con transmitir no solo señales, sino emociones.
Nacido en 1866 en East Bolton, Quebec, Fessenden fue pionero en la transmisión de voz y música a través de ondas de radio. En una época dominada por el código Morse, él imaginó algo más humano: que las palabras y los sonidos pudieran viajar por el aire y conectar a las personas. Y lo logró. El 23 de diciembre de 1900, realizó la primera transmisión de voz inalámbrica conocida. Seis años después, en Nochebuena de 1906, compartió música y lectura bíblica en lo que se considera el primer programa radiofónico de la historia.
Su legado no se limita a un solo hito. Fessenden desarrolló el principio heterodino, base de la radio moderna, y recibió más de 500 patentes en campos como el sonar, la televisión y la transmisión de alta potencia. Su trabajo fue silencioso pero fundamental, como esas frecuencias que no se ven pero sostienen todo lo que escuchamos.
En Radio Libertad, donde cada emisión busca acompañar, celebrar y transformar, honramos a quienes abrieron camino para que hoy nuestras voces puedan encontrarse. Fessenden no solo inventó tecnología: sembró la posibilidad de que el sonido sea vínculo, memoria y comunidad.
Hoy, su nacimiento nos recuerda que detrás de cada transmisión hay un gesto de confianza en lo invisible. Y que la radio, como la intuición, siempre encuentra cómo llegar.










