«NO ES ARANCEL. ES UNA CONTRIBUCIÓN»
El vicerrector de la Universidad Nacional de La Rioja, Luís Óscar Oviedo, confirmó la implementación de un bono contribución de $15.000 destinado exclusivamente a nuevos ingresantes. La medida, enmarcada en el artículo 59 del Estatuto Universitario, busca fortalecer la infraestructura y los servicios estudiantiles, como el albergue y el comedor universitario.
“Estamos hablando de una contribución permitida por normativa. Es una herramienta para garantizar que nuestros alumnos puedan cursar en mejores condiciones”, expresó Oviedo.
¿A QUIÉNES ALCANZA LA MEDIDA?
El bono es de carácter único, incluso para quienes se inscriban en más de una carrera. No será exigido a estudiantes que ya cuenten con matrícula activa ni a quienes hayan abandonado sus estudios en años anteriores y decidan retomarlos. Además, se podrá abonar hasta el último día del período de inscripción.
“Hay flexibilidad para los alumnos que ya están inscriptos. Esto no es un arancel, es una contribución solidaria que ya aplican otras universidades nacionales”, aclaró el vicerrector.
INVERSIÓN EN SERVICIOS Y RECUPERACIÓN INSTITUCIONAL
Desde el Rectorado señalan que los fondos recaudados se destinarán a mejorar la calidad académica y las condiciones de vida de los estudiantes. En ese sentido, Oviedo destacó las inversiones en marcha en el albergue y el comedor universitario.
También hizo referencia al proceso de recuperación de la Fundación Unlar, que —según indicó— presentaba un déficit de $100.000 y una planta de trabajadores sobredimensionada en relación a sus ingresos.
“Nosotros hacemos hincapié en recuperar la Fundación. Venía con muchas personas en planta y con pocos ingresos”, sostuvo.
TENSIONES INTERNAS Y CRÍTICAS
Consultado sobre las voces críticas dentro de la comunidad universitaria, Oviedo apuntó contra un sector docente que —según sus palabras— “No están abierto al diálogo. Son los eternos opositores”.“ Quieren volver al pasado, porque es donde sacaron rédito”, afirmó.
La implementación del bono ha generado debate en distintos espacios académicos y gremiales. Mientras desde el Rectorado se insiste en su carácter excepcional y su destino a mejoras concretas, algunos sectores lo interpretan como un avance hacia formas de arancelamiento.
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