El Millonario venció a Fluminense por 2-0 este miércoles y ahora depender de sí mismo para pasar de ronda. Además, el Bicho lo dio vuelta contra Liverpool por 2 a 1 y se clasificó de fase.
Por múltiples razones, el partido de ayer se había convertido en el más importante para River.
Desde la matemática, porque estaba obligado, le resultaba imprescindible ganarle a Fluminense para mantener la ilusión de clasificarse a la próxima instancia de la Copa Libertadores.
Y, desde lo futbolístico, porque tenía que jugar un partido de este certamen manejando con equilibrio, con control y carácter, además de que el antecedente reciente entre ambos no había sido para nada favorable para el Millonario, que había perdido por 5 a 1, y ahora salió victorioso por 2 a 0.
Fluminense se presentó pensando más en eliminar a River que en ganar el partido. El empate, prácticamente, lo dejaba eliminado al Millonario, porque no sabría lo que ocurriría después. Fueron buenas noticias, porque The Strongest perdió 2 a 1 frente a Sporting Cristal y ahora River quedó segundo.
Tuvo una muy buena actuación, con algunos puntos altos. Rodrigo Aliendro es la expresión más acabada de un jugador al que el nuevo técnico potenció y logró obtener de él su mejor versión, al igual que Lucas Beltrán, quien estuvo oportunísimo para convertir el gol de la apertura.
Luego, Esequiel Barco marcó de penal en el cierre del juego. En algunas individualidades, River tuvo brillo. Y en el resto del equipo espíritu de cuerpo, sentimiento claro en relación a cómo había que jugar el partido y cómo había que ganarlo.
Hubo una polémica de Leandro González Pírez, por una acción en la que toca la pelota con su brazo derecho. El reglamento se ampara en esta figura para determinar que esas manos no deben ser pasibles de sanción desde el punto del penal.
En dos semanas, River jugará contra The Strongest, en su casa, y tendrá el destino en sus manos, cuando anteayer, su futuro en la Libertadores era una moneda en el aire.
